Un logo representa la imagen de una compañía, y si dicha compañía no dispone de logo, o bien tiene un logo impropio, puede producir mala imagen en los posibles clientes. Como se afirma “una imagen vale más que mil palabras” y un logotipo debería representar la historia de dicha empresa. Se debe resaltar entre la competencia y enseñar una identidad corporativa que pruebe lo magnífica que es la compañía en su sector.
Un buen logo debería cumplir las características siguientes:
- Debe ser descriptivo y recordable. Estas dos peculiaridades van juntas en tanto que a fin de que podamos rememorar un logo, este se debe poder describir de manera fácil. Además de esto se debe poder identificar solo con verlo.
- Seguir siendo efectivo en blanco y negro. El color es secundario en el momento de crear un logo, nos debemos centrar en la manera. La mayor parte de los logos se crean únicamente en uno o bien dos colores y es fundamental que se pueda distinguir.
- Tiene que ser escalable, puesto que se debe poder distinguir si se usa en lugares tan pequeños como un boli o bien en lugares exteriores.
- Debe tener relevancia para el sector al que identifica. Se debe conocer todo lo relacionado con la compañía y el sector para poder localizar una idea que identifique a qué se dedica dicha compañía, y asimismo que se distinga de la competencia más próxima.
Asimismo es fundamental que al diseñar un logo pensemos en su longevidad. Si diseñamos un logo pensando solo en la moda o bien en lo que está de tendencia en el instante, tras unos años va a parecer pasado de tendencia.
Si un logotipo incumple las peculiaridades que se han redactado previamente y no llama la atención, afirmaremos que no es un buen logo. Si la primera impresión no agrada, no conseguirá su confianza por muy cualificada que esté la compañía. Cuando esto le ocurre a una compañía grande, con un buen rediseño de imagen y posterior promoción se podría reparar, pero cuando le ocurre a una compañía pequeña que quizá no se pudiera permitir volver a promocionarse va a ser una pesadilla y un completo desastre.
Un mal logo puede dañar poco a poco una compañía. Muy frecuentemente las compañías no se percatan de que el logo es el que está ocasionando los inconvenientes. Prosiguen empleándolo y preguntándose por qué razón sus sacrificios no dan los frutos esperados. Es increíble que la mayoría de las empresas no traten con seriedad la creación de su logo a sabiendas de que existen estas consecuencias negativas.
Una pregunta usual es, si ya sé todo esto, ¿por qué razón debo contratar a un diseñador gráfico a fin de que me realice un logotipo cuando hay tantos software que me pueden asistir a crear uno? Es sencillísimo, si usas exactamente el mismo software que otras personas, usas exactamente los mismos elementos gráficos que los demás. Esto hace que los logos sean afines y se confundan entre ellos y sean bien difíciles de identificar.
Para diseñar un buen logo no solo hace falta un programa como Photoshop y leer ciertos tutoriales existentes en internet, hace falta tener conocimientos básicos de diseño, sobre todo de imagen corporativa. Un mal logo es peor que no tener ninguno.